A estas alturas ya habrás pensado algo así como: "Pero que clase de persona ha escrito esta m*****" o "Como es alguien capaz de cometer semejante barbaridad". En defensa, os invitamos a preguntarle a nuestro experto en energía nucelar:
(Sí, es Homer Simpson, no nos quedaba presupuesto para contratar a alguien mejor)